EL VALLE Y SUS GENTES


Descripción del valle de Aït Bougoumez


Situado en el límite este de la provincia de Azilal, tiene una superficie de 35.000 ha. 
En el fondo, el valle irrigado y prácticamente plano de cerca de 25 kms. y 1350 ha. se sitúa entre los 1800  y los 2200 m. En su perímetro, una línea discontinua de cumbres se elevan entre los 3000 y los 4000 m: el djebel Tizal, el Imizer y el Azourki al norte, y  el Ouaougoulzat, el Igoudamene y el Tarkeddit al sur. En la siguiente barrera se sitúa el Mgoun (4068 m.), la tercera altura de la cordillera, que aquí tiene su máxima anchura (110 kms) con seis grandes cadenas paralelas.
Los cursos de agua tienen forma de Y dispuesta de este a oeste, el ramal norte (Assif-n-Aït Hkim) arranca de Zawyat Oulmzi (2150 m.) y el sur (Asif-n-Aït Rbat y Aït Imi) de Rbat (1935 m.). Cada uno con una anchura de 2000 y 600 metros. Confluyen en las cercanías de Timit convirtiéndose propiamente en el Asif-n-Aït Bouguemez.
En su cabecera se encuentra el lago intermitente de Izourar, ya casi seco permanentemente dada la disminución de las precipitaciones y la subida de las temperaturas en los últimos tiempos. El clima mediterráneo con influencia oceánica va continentalizándose hacia el interior y extremándose con la altura. Pero en general, desde hace algunos años, se va tornando semiárido y las precipitaciones se aproximan más a los 600 mm. que a los 1000 que fueran habituales. 1/3 caen en otoño y 1/2 en primavera. Del total, el 25% es en forma de nieve en el fondo de valle y el 50 % a partir de los 2500 m.

Hay 27 douars o pueblos con una población de aproximadamente 15.000 personas repartidas en  unas 2.000 familias.
Administrativamente dependen del gobernador de Azilal. La máxima autoridad del valle es el kaïd de Tabant. Con el colaboran 3 chikhs que controlan cada uno de ellos una decena de pueblos. Finalmente 7 moqqadems llevan la administración municipal.

En altura se superponen tres pisos ecológicos:
  • Piso de tierras cultivadas: en el fondo del valle (10% de la superficie comunal), incluye tanto las tierras irrigadas de la llanura aluvial como las de secano que se sitúan en el arranque de las vertientes menos escarpadas. Hortalizas, frutales y cereales son los productos habituales. Nogales y pinos de Alepo son también frecuentes.
  • Piso de bosques claros de robles y enebros (30% de la superficie): se sitúa entre los 2400 y 2700 m. de altura. Poco productivo y degradado, aún proporciona elementos indispensables para la economía de subsistencia (leña para el fuego, madera para la construcción y forraje foliar). La ganadería, que es la segunda actividad económica, se centra en el vacuno en el valle y el ovino y caprino en altura.
  • Piso de altura donde se sitúan la mayoría de las tierras, formado por estepas y pequeñas depresiones herbosas ("almou") aprovechadas en temporada por pastores nómadas y la alta montaña estéril.

Pueblos, ríos, fuentes y áreas irrigadas del valle de Aït Bouguemez
La fauna, aunque abundante, es muy huidiza y por tanto poco visible: perdices y águilas reales, liebres y tortugas, zorros y lagartos. Víboras y escorpiones son los animales más peligrosos, que dejan de serlo con unas mínimas precauciones.
Linces, gacelas y muflones son muy escasos, y el leopardo del Atlas casi una leyenda.


Las infraestructuras, aunque han mejorado, todavía son escasas. La electricidad y el pavimentado de la carretera hasta Tabant son recientes. Una docena de escuelas primarias y un colegio. Los jóvenes del valle y de otras regiones pueden cualificarse en el Centro de Formación de los Oficios de Montaña. (CFAMM, Centre de Formation aux Metiers de Montagne). Centro de salud, correos y farmacia. Todo ello con las limitaciones propias de un país en vías de desarrollo como es Marruecos.
El turismo, que comenzó atrayendo a algunos raros aficionados a la pesca de la trucha, va convirtiéndose en una actividad  cada vez más importante, pero que supone el riesgo de cambiar drásticamente las formas de vida ancestrales de las gentes del valle.



Aït Bouguemez, un modelo de valle

 

Aït Bouguemez. Une vallée pour l´exemple.

Documentaire de Maryse Bergonzat (France, 2008)


Desde las primeras imágenes, un paisaje de impresionante belleza se abre ante nuestros ojos. Estamos a finales de mayo en el Alto Atlas Central de Marruecos, y el valle de Aït Bouguemez verdea bajo un cielo azul que parece inmutable. ¿Es un milagro este jardín en el desierto entre 1700 y 2400 metros sobre el nivel del mar? Más bien es el resultado de una gestión inteligente y rigurosa de unos recursos naturales tan escasos como valiosos, como el agua y la madera.

La comunidad bereber sedentaria o nómada, constituida principalmente por agricultores y ganaderos, practica una economía de subsistencia en la que el más pequeño aprovechamiento es vital. Los conocimientos que aplican, dentro del respeto a los ciclos biológicos, interesan hoy a científicos de todo el mundo. Investigadores franceses  que han venido a estudiar el “agdal” (modo tradicional de “desarrollo sostenible” basado en el intercambio y el consenso) muestran cómo esta autorregulación ha impedido probablemente el agotamiento de los recursos. Los habitantes hablan con sencillez de su vida diaria ciertamente dura, pero no miserable, regida por unas normas y unas técnicas ancestrales. Una especie de sentido común campesino del que los llamados países desarrollados tendrían mucho que aprender.

Traducido de Télérama Nº 3196. Vincent Arquilliere.





Los imazighen, las gentes del valle


Joven amazigh, 1910
La etnia preárabe del Magreb es la bereber, denominación despectiva dada por los romanos a los habitantes periféricos de la Mauritania Tingitana y equivalente a bárbaro: gentes de hablas confusas que habitaban más allá del "limes", la frontera del Imperio. Su nombre propio es amazigh (imazighen en pl.) y constituyen la población característica de las montañas magrevíes, desde el Rif al Anti Atlas. 

El prefijo aït- significa "gentes de" y es equivalente a "tribu". Las aït  de Bouguemez son sedentarias y agrícolas en el fondo del valle donde no falta nunca el agua, pero otras, en los altos platós orientales,  mantienen el seminomadismo pastoril.
Los dos grupos hablan lenguas diferentes aunque de un mismo tronco común: el tachalhayt los agricultores del oeste, y el tamazight los pastores del este, porque esta zona del Mgoun constituye la transición entre ambas. El árabe se ha ido introduciendo algo y muy poco el francés colonial.


Los Aït Bouguemez

El trabajo en la casa, los campos y los rebaños ocupa toda la vida familiar y está claramente repartido por sexos:
Los hombres se ocupan de arar, abonar, regar y recolectar las cosechas, de cortar madera en los bosques. Hacen artesanalmente las herramientas, van al zoco a comerciar. También participan en los trabajos colectivos de mantenimiento de caminos y puentes, de presas y acequias. Aunque buena parte del tiempo simplemente conversan o sestean.
Las mujeres cargan con la mayor parte de los trabajos cotidianos: hacen las tareas de la casa y cuidan de los niños, muelen el grano y hacen el pan, vigilan el ganado, cargan con la leña y los forrajes desde lejos, traen el agua de la fuente... y si les queda algo de tiempo hilan y tejen la lana.
Cuando alguien de la comunidad precisa de la colaboración de sus vecinos (por ejemplo para la restauración o ampliación de su casa) reclama la tiwizi: trabajo colectivo que organiza un notable del lugar, con el único coste de la manutención de los trabajadores.
La familia y su vivienda constituyen el ikhs, la unidad social básica. Varios familias forman un clan (taqbilt) presidida por un cheikh, y varios de estos una tribu dirigida por un moqqadem. Aunque estas jerarquías van desapareciendo con la introducción de la administración moderna del estado.
Las comunidades rurales se agrupan en circunscripciones (caïdat), estas en círculos (dayrats) y  estos a su vez en provincias.




Los Hombres de  Aït Bouguemez

Del Ministerio de Salud del Reino de Marruecos
en árabe dialectal (Daría)

El documental recoge testimonios de mujeres y hombres de las aldeas de Aït Bouguemez que cuentan casos de mujeres que han muerto a causa de las complicaciones en el parto bien por no tener asistencia en sus casas o bien por encontrarse lejos del hospital. Se analizan varias causas por las partes implicadas en el problema: por un lado los ciudadanos señalas como principales causas la lejanía del hospital, la falta de comunicación telefónica (tanto fija como móvil), la falta de transporte sanitario adaptado a las dificultades del terreno. El personal sanitario por otro subraya que hay carencia de educación para la salud, dado que las mujeres embarazadas no acuden al hospital durante el embarazo o cuando el médico es un hombre. Además ambas partes señalan la pobreza como la principal causa del problema. Se informa también de la labor que está realizando la Asociación de apoyo a las necesidades básicas pra el desarrollo y los servicios sanitarios en Aït Bouguemez.




CENTRO DE FORMACIÓN EN OFICIOS DE MONTAÑA DE TABANT – CFAMM –
 Establecimiento público - provincia de Azilal.
Telf:  (212) (0) 523459307
Fax:  (212) (0) 523458292


Al objeto de dotar al turismo de montaña de profesionales encargados de organizar y dirigir a grupos, se ha creado esta escuela en Tabant, la capital del valle. Aunque sus guías no tienen comparación posible con los guías de montaña profesionales de los países europeos -la preparación sólo dura seis meses- sin embargo son un comienzo, y resultan especialmente útiles en la organización de treks, en la búsqueda de personal local conocedor de las montañas, en la solución de imponderables que surgen en todo viaje y en la, a veces, difícil comunicación con la población autóctona de habla bereber.

Fouad, guía
Descripción de las instalaciones, locales, edificios
El centro, ubicado a 80 km de la ciudad de Azilal, fue construido en la tierra estabilizada, en un área de 3600 m² a 2000 m de altitud. La capacidad del centro, todos los cursos juntos, es de 100 alumnos.

El centro ofrece talleres (tejido, carpintería, taller de apicultura, aulas, taller de montaña), centros de documentación, campos deportivos, además de viviendas, habitaciones…
Principales áreas de formación
La formación está abierta a todos los candidatos marroquíes, de entre 18 y 35 años, con una formación de 3º de Secundaria, al igual que los hombres y las mujeres del valle.

Formación desarrollada por encargo
- Formación de Guías de Montaña
- Formación en tejido, bordado y tricotado.









                             Niños imazighen del Atlas
            
 Montaje de fotos personales y tomadas de Internet

Cuando un occidental llega a cualquier aldea perdida en las montañas del Atlas tiene la impresión de ser su descubridor. Falsa impresión porque otros ya lo han hecho antes que él y su modo de vida lleva años colándose en los hogares por las antenas parabólicas que crecen como girasoles metálicos sobre las azoteas.
Pronto, una turba de niños (la tasa de natalidad entre los bereberes montañeses triplica la española) rodeará al visitante. Ellas, tímidas, se mantendrán expectantes. Ellos, decididos, lo abrumarán demandándole “bonbon”, “stylo”… o los más maleados “dirham” directamente.
La actitud y el aspecto de ellos repite el rol social aprendido de sus mayores: ociosos, con sus ropas occidentales de mercadillo. El de ellas también: con sus tradicionales indumentarias multicolores, cargan con sus hermanos, cargan con hatos de leña o hierba, cargan… cargan… por eso las niñas se llevan nuestra simpatía y la mayoría de nuestras fotos.




Imazighen (bereberes)

de Marruecos

Reportaje emitido en enero de 2011 por el programa Hora GTM (ETB), dirigido por Ana Aizpiri, en el que podemos apreciar como, más allá del discurso oficial y de los clichés vehiculados, la dimensión amazigh (bereber) es omnipresente en Marruecos. Muy anclado en una realidad sociocultural y lingüística bien diferenciada, lo bereber es un hecho sin paliativos en el país magrebí. A lo largo del vÍdeo se tratan también las causas históricas de la discriminación de lo bereber, aludiendo al particular caso del Rif del emir Abdelkrim El Jatabi. Además, se alude a la reciente constitucionalización de la componente amazigh de Marruecos. Ya por último, se abordan los posibles efectos que la llegada al poder de un Gobierno islamista puede tener para los tímidos logros alcanzados durante los últimos años en lo referente al respecto de la lengua y cultura bereberes.




Los Aït Ouzighimt, bereberes del valle olvidado
                         Aït Ouzighimt, berbères de la vallée oublié.  Francis Frenkel.

Niños de Mrabtine en su escuela sin maestro
Hoy muchas aldeas del Atlas cuentan con un acceso a través de pista, aunque sea precario. Muchas otras, sin embargo, sólo poseen los caminos muleros de antaño que durante el invierno quedan cortados por la nieve. Así sucede en el  valle vecino de Bouguemez por el sur, el alto valle del Mgoun, aislado por sus impresionantes gargantas. Sus gentes, los Aït Ouzighimt, son bereberes sedentarios desde hace unos trescientos años.
Impresionan las particularidades culturales de esta comunidad que vive totalmente aislada y alejada del mundo en un valle de alta montaña a 2300 m. de altitud. El invierno es el mejor momento para conocer su cotidiana austeridad y su dura vida. Viven sin carretera de acceso, sin escuela, sin dispensario médico, sin electricidad y sin agua corriente. Aislados durante seis meses al año, sólo largos recorridos en mula permiten salir del valle hacia el norte por el puerto de tizi n´Aït Imi hacia Bouguemez, si la nieve no lo impide; y hacia el sur atravesando las gargantas del M´goun si sus crecidas lo permiten, hacia el valle de las Rosas. Catorce pueblos y unas 2800 personas. Youssef, caid del Mrabtine, lamenta la situación de un valle anclado en el pasado mientra el mundo avanza.
Francis Merkel ha convivido y filmado la vida del Mrabitine en el mes de enero, acompañado de su amigo y guía local Brahim Ben Ichou. El documento fotográfico y el vídeo resultante han precisado de dos estancias sucesivas.
Traducción adaptada de la página del autor


Aislamiento de Mrabtine en el valle de los Aït Ouzighimt

El documental de vídeo, así como el reportaje fotográfico, pueden verse en la página del autor:


                         MÚSICOS AMBULANTES EN ISKATAFEN (Aït Bouguemez)
                                        Vídeo de Françoise Pierson - Octubre 2011



Después de la cosecha, músicos callejeros van de pueblo en pueblo, de familia en familia, ofreciendo sus servicios a cambio de alojamiento, comida y dinero. Una tradición bereber que todavía perdura.


                                                                









EL AÏDI, PERRO PASTOR DEL ALTO ATLAS

El perro aïdi o pastor del Atlas es una raza originaria de Marruecos.
Especialmente dotado físicamente para resistir las duras condiciones de la alta montaña, su duro trabajo como guardián de los rebaños y el duro trato que recibe de sus dueños pastores trashumantes.
No es un perro de compañía y el caminante que se tope con él deberá cuidar de mantenerse fuera de su territorio.

















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